Como parte del universo, los seres humanos nacemos profundamente conectados con los elementos de la naturaleza: tierra, agua, aire y fuego. Al construirnos una vida de cemento y asfalto, es posible que sin darnos cuenta nos desconectemos de ese vínculo esencial.
¿Sabías que estamos hechos aproximadamente de un 70% de agua? Creo profundamente en que, si soy agua, mis emociones fluyen, moviéndose por los canales de energía de mi cuerpo.
Siendo un cuerpo líquido, frente a presiones y obstáculos que llego a enfrentar, percibo que no se alteran ni mi forma, ni mi composición porque consigo regular la fuente de algún posible malestar y continúo en ese camino de autoconocimiento y autocuidado. ¿Te reflejas?
“Las emociones dan propósito, prioridad y enfoque a nuestro pensamiento. Ellas nos dicen qué hacer con el conocimiento que nuestros sentidos expresan. Nos motivan a actuar.” Dr. Marc Brackett, fundador y director del Centro de Inteligencia Emocional de Yale y autor del libro Permiso para sentir.
En lo personal, me he dado cuenta de que reprimir emociones o hacerlas explotar en mí y contra los demás, sólo me ha llevado a experiencias desagradables. Si evito gestionar estas emociones que requieren fluir como agua, es muy posible que me inunden, afectándome anímicamente o que absorban mi energía vital si se estancan. Por lo tanto, elijo hacer uso de ellas, de esa agua de riego que poseo, para que mis relaciones personales crezcan sanas y tengan raíces profundas.
En la naturaleza, el agua nos enseña que puede apagar un fuego amenazante. La lluvia no sólo nutre y reverdece a los árboles y plantas, también tiene una función purificante. En nuestra vida es sanador tomar acción al depurar aquello que sólo nos resta, confiando en que lo invaluable está en aquello que nos suma.
Querido lector, en momentos en los que experimentes estar en una encrucijada o en una fase de estancamiento, te invito a que reconectes con el agua. Si en el espacio natural que estás explorando encuentras agua, te animo a que le hables. Recuerda que ella sabe de movimiento, fluye y no se apega a nada.
8 Responses
Un artículo increíble , me encanta la serenidad que me infunde leer a la autora . Gracias por el agradable momento
Es una delicia leerte!! Muchas gracias, me sumas y aportas.
¡Excelente artículo! Estoy muy de acuerdo con la autora, ya que el agua es un elemento fundamental para la vida y su interacción con el mundo. Al leer este texto, recordé las veces que mi mente se relajaba con el ruido de la lluvia o cuando escuchaba las olas del mar, lo que me hace reflexionar sobre el papel fundamental del agua en nuestra salud emocional más allá del hermoso símbolo que representa. ¡Felicitaciones!
Que bonito!! Me gustó mucho
Es extraordinario leerte!! Bravo me encantó. 👏🏻👏🏻👏🏻
Me gustó bastante el de no reprimir las emociones, a veces traemos tantas cosas en la cabeza que no tenemos el tiempo para enfrentarnos a nosotros mismos y decir que acciones me hacen bien y cuáles no, sin duda debemos aprender a fluir como el agua pero a tomarnos tiempo para disfrutar cada momento y cada sentimiento.
Gran artículo.
Es tan cierto. Somos en un gran porcentaje agua y lo que no fluye se pudre, así con los pensamientos y emociones. Mariana, como siempre es tan Rico leerte, sumas tanto a la vida de muchos.
Maravillosa forma de expresar lo que bien decía Bruce Lee: Be water my friend. Lo difícil es serlo todo el tiempo, seguramente algunos de nosotros eso hemos venido a aprender aquí en esta dimensión.