abril 26, 2021

Disfrutando mi niño interno a través de la naturaleza

–Pipe Melgarejo

Hoy les quiero platicar sobre cómo he re-conectado con mi niño interno, Desde muy pequeño tuve la oportunidad de caminar por bosques inmensos que me abrazaban. Me enseñaban a asombrarme con escenarios majestuosos, caminos llenos de paz, de árboles con cientos de años recorridos, con lugares que han visto ir y venir a miles de personas, paisajes que me cuidaban desde su tranquilidad, su exclusividad y dejaban que me divirtiera como si fuera mi jardín de juegos.

De niño aprendí a divertirme de esta manera, apreciando, asombrándome, jugando, no tomándome las cosas tan en serio y dándole ese sentido a jugar en el bosque, a disfrutar sin ningún sentido.

En algún momento de mi viaje, perdí ese toque con el espíritu del juego, dejé de ver a mi niño interno. Quizá la vida se volvió seria y esto probablemente ocurre para la mayoría de nosotros ya que por la rutina muchas veces perdemos la conexión con la vida como juego y por eso es que admiro a los niños que nos enseñan que la vida y el juego para nada son serios.

Hace unos años tuve la oportunidad de reconectar con el poder de jugar de la manera más humilde en estos lugares que me remontan a mis días de aventuras. Poco a poco fui descubriendo que era algo que podía hacer más seguido, desconectarme y jugar, escondiéndome con los árboles, tal vez sólo observando y asombrándome con las maravillas que suceden en la naturaleza. Y mejor aún, me dí cuenta que lo podía compartir con más personas y lograr volver algo que había admirado por mucho tiempo y en lo que ahora pongo mucha fe, se convirtiera en parte de mi día a día

La naturaleza tiene para mí, una capacidad enorme de sanar a través de la tranquilidad que nos genera, pero también me recordó lo sencillo que puede ser divertirnos con ella y de re-conectar con nuestro niño interno.

Disfrutando mi niño interior a través de la naturaleza.

Me considero una persona sumamente amorosa, que busca contagiar y cuidar a las personas a través del juego y las risas. Además, me mueve profundamente difundir esa manera de asombrarnos porque he experimentado cómo reduce el sufrimiento y potencializa la diversión. Al mismo tiempo, creo que menos sufrimiento abre la posibilidad de un mundo más amigable, sostenible y despierto. 

Hay algo que he logrado reflexionar a través de los años y es que volver a nuestro niño interno, a asombrarnos y divertirnos en la naturaleza nos regresa vigor y amor por la inocencia. Una de las formas más fáciles y divertidas de volver a presenciar eso es a través del humor. Especialmente cuando estamos dispuestos a burlarnos de aquello en lo que estamos atrapados y no nos deja ser.

Los invito a que vivan el juego, a que se rían, a que se asombren, a que vean a su niño interno y a que descubran cómo a través de esas de pequeñas acciones podemos regresar a nuestra naturaleza más básica de disfrutar y generar más creatividad, innovación y bienestar a nosotros y a las personas que nos rodean.

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