El Buen Fin está aquí y las promociones llegaron a…, seguramente así empieza cada letrero, correo, video que has visto en estos últimos días. Este año decidimos tomar un poco de ese privilegio que reconocemos en nosotros y salirnos de la jugada para crear una propuesta, pensando que si bien el Buen Fin es un gran activador de la economía, también lo es del consumismo. No queremos decirte que no compres nada en estos días, después de todo, el Buen Fin es necesario para que muchos negocios puedan continuar su actividad económica.
Pero lo que sí nos gustaría hacer es invitarte a cuestionarte lo que sí necesitas y también compartirte algunas sugerencias para hacer de tu consumo más consciente, para hacer de tu consumo algo contributivo y sostenible.
1.- Comprar lo necesario
Actualmente, el contenido que consumimos diariamente nos hace sentir que todo está hecho justo para nosotros. Cuando quizás consumimos mucho más de lo que necesitamos, de una forma, en la que si todos la cuestionaramos y tuvieramos un consumo más consciente, no sobrepasaríamos las capacidades de nuestro planeta…¿qué implica encontrar este límite?
Creemos que es importante cuestionarnos ¿qué sí necesito? ¿lo hago por buscar pertenecer? ¿por qué quiero eso que quiero comprar?
Dentro de las alternativas que existen allá afuera, una que conecta con nosotros es la economía de la dona de Kate Raworth que habla de este consumo “necesario”. En resumidas cuentas, el círculo pequeño de la dona representa las necesidades humanas y el círculo grande representa los límites planetarios o recursos naturales que podemos utilizar de manera sostenible.
La idea es replantear nuestras necesidades para consumir de una manera consciente este Buen Fin dentro de los límites de recursos que tiene nuestro planeta (que son limitados)y así ocupar únicamente el espacio seguro y justo para la humanidad.
2.- Informarme al comprar
Cada cosa que compras tiene impacto, y si bien no podemos prevenir todos los daños que somos propensos a causar, tampoco estamos peleados con cumplir con nuestras necesidades y gustos de vez en cuando. Una forma de hacerlo es desde la consciencia, haciendo compras informadas.
¿A qué empresa le estás comprando? ¿Cuidan a sus colaboradores? ¿Al medio ambiente? ¿Qué hay de los animales? ¿a qué manos está yendo el dinero? Todas estas son preguntas que te puedes hacer cuando estés por realizar una compra este Buen Fin (y siempre) para que puedas tomar la mejor decisión y estés consciente del impacto, positivo o negativo de tus compras.
Somos humanos y somos propensos a equivocarnos, a no tomar las mejores decisiones y no podemos ser perfectos todo el tiempo, pero investigar un poquito sobre qué hay detrás de nuestras acciones es una forma de hacer algo al respecto y responsabilizarnos por nuestro consumo. Puedes hacerlo investigando por tu cuenta o con la ayuda de sitios que te facilitan la búsqueda como Good on You.
3.- Comprar con propósito
Sabemos que actualmente tenemos miles de opciones de productos para comprar y todo está hecho para que nos atraiga, más en el Buen Fin. Aquí la idea es comprar con propósito, antes de comprar algo preguntarme ¿qué propósito tiene lo que estoy comprando dentro de mi vida? ¿De qué me va a servir? ¿Cuánto tiempo le voy a dar uso?
No se trata de nunca darnos un gustito, pero hacerlo con propósito. Cuando hablamos de sustentabilidad o compras conscientes podemos sentirnos culpables por comprar, por ejemplo, un dulce o una blusa que genuinamente queremos y nos da un beneficio en ese momento.
Por eso no te decimos que no compres en el Buen Fin, no hay que utilizar la culpa como motor para desincentivar la compra. Más allá de la crítica, buscamos proponer y creemos que una solución es enfocarte en encontrar una dinámica de consumo intencionada con la que te sientas a gusto.
4.- Comprar cosas inmateriales/intangibles
¿Qué hay de esas cosas que podemos comprar que no son materiales? Este año nos atrevemos a pensar fuera de la caja para explorar la oportunidad de que nuestro consumo sea en experiencias en lugar de mercancía.
Invertir en experiencias es invertir en nuestras relaciones y sobre todo en nosotros mismos. Si pensamos en eso que sí necesitamos, priorizar nuestras relaciones definitivamente está en la lista, o al menos así lo vemos nosotros.
Al consumir experiencias encontramos también la oportunidad de descentralizar nuestro consumo y llevar nuestro dinero a la periferia. Caminando nos hemos hecho conscientes de que existen comunidades marginadas que también son parte de la actividad económica y que está en nuestras manos participar con ellas para su desarrollo y el nuestro.
Si te resuena esta idea de comprar de una manera consciente, informada, con propósito y ayudando al consumo local, te invitamos a compartirlo, a platicar y empezar a cuestionarlo en tu círculo social este Buen Fin para poco a poco realizar un cambio.
En este Buen Fin te invitamos a reflexionar ¿qué es #LoQueSíNecesito?
3 Responses
Hola! Muchísimas gracias por esta reflexión abrir los ojos, detenernos, analizar si lo que queremos realmente lo necesitamos o es algo innecesario.
Aprender a disfrutar de las pequeñas grandes cosas de la vida 🙌👏❤️
Los quiero INTROSPECTA
Gracias por hacer este espacio y STOP en un mundo de consumo donde lo único que hacemos comunmente es eso: consumir. Cuestionarnos en el propósito detrás de esa compra, lo que estamos promoviendo o en la verdadera “necesidad” de comprarlo me hizo reflexionar.
Necesito info para una buena escapada