¿Te atreves a vivir una de nuestras expediciones? En esta expedición, renunciamos a la comodidad de la ciudad para conectar con lo más profundo de la naturaleza. Nos adentramos a lugares tan aislados que sólo nuestros pies nos pueden llevar. Eso significa que en lugar de camas dormiremos bajo los cielos más vírgenes de México.
Durante 3 días y 2 noches nos inmersionamos en el corazón de las Barrancas del Cobre, apreciando estas formaciones geológicas de millones de años y conviviendo con su intacta fauna y flora. Observaremos cómo viven los rarámuris hoy en día y conectaremos con lo profundo de esta antigua tierra de fuego. Símbolos: El vacío de la barranca, lo eterno.
Esta expedición nos invita a deconstruirnos en el silencio para volver a lo básico, quitando muchas de las comodidades para reconocer lo simple que podemos vivir.
Si eres de lxs que le gustan los retos y la aventura, esta es una experiencia que sin duda vale la pena vivir para descubrir una parte tuya que jamás habías visto.
La edad mínima para asistir es 16 años.
Las rutas descritas, así como sus itinerarios están sujetas a cambio sin previo aviso debido a las condiciones climatológicas, temporalidad, disponibilidad en las comunidades, o bien, medidas sanitarias.
$9900
+ 900 m
– 900 m
Estaremos 4 días recorriendo 42km en bosque subtropical y templado.
Todas nuestras rutas incluyen seguro médico, transporte redondo, alimentos, dinámicas de conexión, guías, préstamo de bastones de caminata, mochila de 10L e impermeable y hospedaje cuando la ruta es de más de un día.
Camino porque me gusta el silencio, porque me encuentro conmigo. Arranco cuando llega la oportunidad, en solitario, con poco plan y lo indispensable al hombro, pero nunca demasiado lejos.
Las Barrancas me acercaron a un equipo diverso en edades, orígenes e historias. En tres días nos volvimos cómplices de una aventura bien profunda que todavía no acabo de digerir: conectar con otros, en compañía de la tierra, el agua, el aire, el fuego y el espacio.
Gracias a Sebastián, Eduardo, Armando, Samuel y José, equipazo de Introspecta, por consagrarse a la misión.
Fue una experiencia increíble y de desconexión total. Las barrancas tienen una energía única y muy especial. Me sentí diminuta ante tanta inmensidad y completamente absorbida en el lugar, en su silencio, en sus vistas. Goce todos los momentos y a la compañía. Por mucho ha sido mi expedición favorita. No hay palabras para describir lo que me hizo sentir. Gracias por compartirnos un lugar tan mágico.
Caminamos para abandonar nuestra mente por un momento y permitirnos viajar al presente. Conectar con nuestras emociones y nuestro ser. Caminamos para sentir nuestra autenticidad, reencontrarnos y rediseñarnos con cada paso. Caminamos para ser.