Despiertas muy temprano en la mañana, con la emoción de ir a caminar la ruta Nevado Valle. Al mismo tiempo, aún medio mareada por el sueño de la desmañanada, te paras y sientes algo extraño, lo sabes, vas al baño y sólo piensas…. “¡NOOO! me toca menstruar”. ¿Por qué justo tenía que ser hoy? O te pasa ya cuando estás caminando, vas a la mitad del sendero, platicando y admirando el paisaje y de pronto, lo sientes y no hay baño a cuál correr, así que pasas el camino fingiendo que no sucedió nada, esperando no mancharte y que nadie se dé cuenta.
Estas son algunas de las cosas que me suceden casi cada vez que voy de hike, porque por alguna razón extraña, siempre me toca menstruar. Al principio me parecía muy extraño, pero mientras más conecto conmigo y la naturaleza, ahora incluso lo entiendo. Así que en este blog, dejaré todo el pudor que no tengo atrás y les platicaré de la manera más franca acerca de la importancia de ¡Menstruar en hike!
Quizá es un tema extraño, pero sin duda es un tema que debería hablarse más y para su suerte, mis experiencias del pasado y la gran educación que me dejó mi mamá me llevan a que no me de pena a hablar de esto. La primera vez que me bajó fue en un McDonalds cuando tenía 9 años, irónicamente, regresando de una caminata en el bosque de Tlalpan. Me acuerdo de salir del baño y decirle con toda naturalidad a mi papá “oye, tengo sangre en mi calzón ¿eso es normal?”.
El semblante de mi papá cambió por completo, me dió su celular y me dijo que le marcara a mi mamá y me mandó al baño para hacerlo. Mi mamá me dijo que efectivamente era normal y que en la casa platicábamos. Hasta ahí todo suena normal, pero todo cambió en el momento que llegaron mis abuelos a comer a mi casa ese día con un ramo de flores enorme con unas toallas sanitarias encima, felicitándome y abrazándome como si hubiera sido el evento del siglo, recuerdo que hasta vino me dieron ese día. Fabi chiquita sólo pensaba: ¿Todo eso porque me salió sangre?
Así que desde una muy temprana edad, ya sabía todo sobre menstruar y para mi suerte siempre lo he visto como algo natural. Cuando empecé a caminar, fue que empecé a verlo de una manera todavía más bella y especial y es que cuando les digo que todos mis ciclos se empezaron a sincronizar con las caminatas que hacía, es muy enserio y se volvió tan sospechoso que empecé a investigar.
¿Sabes cuánto dura un ciclo lunar? ¿Sabes cuánto dura un ciclo menstrual en promedio? ¡Duran lo mismo! ¿Coincidencia? De hecho, no. Muchas veces subestimamos el nivel de influencia e impacto que tiene la naturaleza en nosotros y cuando lo volteamos a ver es que nos damos cuenta de lo poderosa e importante que es esta sincronía.
Estas son algunas de las cosas que me suceden casi cada vez que voy de hike, porque por alguna razón extraña, siempre me toca menstruar. Resulta que cada fase menstrual se relaciona con una estación del año y una fase lunar de cierto modo, así comencé a observar estas fases al menstruar y anotar la manera en la que me sentía y comportaba, buscando similitudes con el significado de estas etapas y las coincidencias eran interminables.
Aprovechando que me tocaba menstruar cada que iba al bosque a caminar, empecé a escuchar con más atención a mi cuerpo y empecé a entender la calma que le brindaba el bosque durante este proceso, la manera en la que mis cólicos y el malestar que se tiene cuando estás menstruando, desaparece. Todo indicaba que escuchar a la madre tierra y observar sus ciclos con más detenimiento, transformaba los míos.
Y ahí entendí todo, no somos ajenos a la naturaleza, somos parte de ella y entender y aprender de sus ciclos, es la mejor manera de entender los nuestros. Así que mi consejo sería, escucha a tu cuerpo y recuerda que es todo un sistema, todo un bosque. Necesita tiempo, de ciertos nutrientes, energía, por lo que cada que hay un proceso que necesita un poco más de lo normal, como lo es menstruar, lo más seguro es que busque que suceda en el lugar que más seguro y cómodo se sienta, en mi caso, apapachada por la naturaleza.
Así que, te invito a que empieces a celebrar tus ciclos, no cómo lo hicieron mis abuelos, pero a verlos con más detenimiento. Mi vida, rutina y la manera de sentirme con mi cuerpo, ha cambiado 180° desde que lo comprendo de esta forma.
PD: La copa menstrual es una maravilla, de acuerdo con la encuesta que le he hecho a todas las mujeres con las que he ido de hike, es la mejor opción para cuando te toca menstruar durante una caminata, aparte de que no deja residuos 🙂