septiembre 21, 2020

Primeras veces

–Alexa Cándano

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez? 

Hace poco escribí sobre aquella primera vez que emprendí un viaje sola. Esta fue sin duda una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido. Ahí me di cuenta que la vida está llena de primeras veces: desde la primera vez que me enamoré, la primera vez que enfrenté un gran miedo, la primera vez que fui al doctor (esa bastó para que cada una de mis visitas al doctor se convirtiera en un mar de lágrimas), hasta un primer beso, una primera borrachera o el primer aliento que roba un paisaje. 

Podría llenar líneas y líneas con ejemplos, pero cada quien ha coleccionado las suyas, y este trabajo personal sólo busca rememorar aquella primera reflexión. Con ello me di cuenta que conforme vamos creciendo, las primeras veces son cada vez menos frecuentes. 

Es fácil llevar una vida que nos sorprenda poco y, como había ya dicho en mi otro escrito, tenerle miedo a salir de la zona de confort y de lo conocido.

Cuando nos damos la oportunidad de abrirnos a nuevas experiencias, es como si de repente mil puertas que no habíamos sido capaces de ver, se abrieran frente a nuestros ojos. 

Hay una frase de una de mis canciones favoritas que dice “haz algo que te de miedo todos los días”. Esta oración se ha convertido casi como en un mantra para mí.

No me refiero a hacer algo como aventarse de un avión o comprar una moto. Sino a pequeñas acciones que rompan la zona de confort, que obliguen a salir de la comodidad y a descubrir un mundo desconocido. 

Primeras veces

Desde tomar una ruta diferente camino al trabajo, conocer personas nuevas, ir a algún lugar solo, inmersionarse en la naturaleza sin importar que llueva. Quitarse esas incomodidades que habitan únicamente en la mente. Permitir que mientras éstas se van se llene la experiencia.

Casualmente cuando empecé a escribir estas líneas, también comencé a leer un gran libro llamado “Martes con mi viejo profesor” de Mitch Albom. Esta novela describe las muchas enseñanzas que un viejo profesor le dejó a su alumno antes de morir. Una de ellas: “cuando aprendemos a morir, aprendemos a vivir”. 

Entiendo que cuando nos desprendemos del miedo a morir, podemos empezar a atesorar aquellas cosas que realmente importan, como los amigos, la familia, las experiencias, las largas charlas, el calor de un abrazo, conocer a personas, viajar, amar, bailar…

Cuando nos permitimos hacer cosas por primera vez, se abre la oportunidad de vivir una vida llena de sorpresas y de magia. Una vez que se pierde el miedo a lo desconocido la vida se vuelve ilimitada. 

Y a ti, ¿qué primera vez te gustaría volver a vivir?

Una respuesta

  1. Se me hace hermosa la manera de describir este concepto de…. primera vez…
    Excelente enseñanza y aprendizaje el hecho de todos los días vencer el miedo a algo y sobre todo, excelente mensaje al decir que la vida es ilimitada cuando se afronta lo desconocido.

    Felicidades una vez más, estupendo News Letter.

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